Una visita muy especial
¿Queréis conocer que pasa con la Señora Carnaval?Recogemos a continuación los procesos que se dan en estos días que protagoniza este personaje que se incorpora al mundo mágico y vivencial de todos los miembros de la escuela.
LLEGA CARNAVAL.-
Desde
hace mucho tiempo, unos días antes de Carnaval, llega a la Escuela un personaje
mágico: es la señora o el señor CARNAVAL. Este personaje, un muñeco, aparece
sentado en una silla y cada día nos trae una consigna:
“Mañana,
para el señor Carnaval, con cintas de colores vendrás”
“Para
alegrar al señor Carnaval, un regalito le traerás”….
Los niños
cada día le sirven agua, comida….y todo va desapareciendo como si el señor o la
señora los fuera consumiendo. Llega el día de la fiesta y el señor o la señora
Carnaval, que ha llegado en realidad desde un país tan lejano que está en otra
galaxia, de muñeco se convierte en persona de carne y hueso. Se sienta en el
patio en una silla y espera a que todos los niños del cole, como todos los días,
se acerquen a él o ella, y le toquen las manos, los pies, la cara, le den
algunos tirones, pellizcos una y otra vez, con los latidos de sus corazones
cada vez más acelerados porque van comprobando que las cosas han cambiado:
estos días atrás tocaban y se notaba que era un muñeco pero hoy este personaje
es de carne y hueso… ¡es una persona de verdad!
Poco a
poco, la señora o el señor Carnaval empieza a moverse…, los toca…, sonríe…, se
mueve… El impacto es impresionante: No saben dónde meterse, ni a donde mirar,
los gritos llegan a los elementos, los ojos se desorbitan… ¡¿ La emoción no se
puede contener!?
Es mágico
y sorprendente cómo reaccionan los niños y niñas. Algunos se cogen al cuello o
a las piernas de las maestras, otros se esconden en el lugar más recóndito del
patio, otros van y vienen sin parar intentando comprobar que lo que están
viviendo es de verdad y, a todo esto, los más experimentados se le acercan sin
miedo, lo o la cogen de la mano y perfectamente impresionados pero felices,
bailan y se divierten con la señora o con el señor Carnaval.
Este
acontecimiento se repite cada año en esta Escuela y para cada uno de los
adultos que vivimos en ella ha supuesto descubrir reacciones y sentimientos
verdaderamente dignos de contar:
“El primer año, el señor Carnaval estaba encima de una tarima.
Cuando se puso de pie todos se pusieron a correr. A Jesús le dio miedo saltar
el escalón y se paró, se cubrió con sus manos la cabeza y esperó. Cuando
pasaron unos segundos y comprobó que toda la algarabía había pasado, se quedó
allí en un rincón del escenario y, sintiéndose seguro, observó cómo sus
compañeros, a lo lejos, bailaban con Don Carnaval, pero él no se movió de allí
hasta que llegó su adulto de referencia, lo cogió de la mano y le acercó poco a
poco. De ningún modo consintió en acercarse a menos de un metro.”
Es interesante cómo el miedo, la locura y la diversión se dan la mano, ¡especialmente en carnaval!
ResponderEliminarSara