Erika A. Ramírez Díaz, mamá de la Campana y Directora del centro de psicología Defábula nos trajo la primera actividad de nuestra Escuela de Padres y Madres, os dejamos con las notas que nos ha dejado de la experiencia, esperamos que las disfrutéis.
La puesta en movimiento de las emociones
Charla impartida al E.I.M. Belén
El 20 de febrero 2019
Desarrollo:
Me gustaría empezar utilizando la palabra “tiempo” para hablar de las emociones.
Podría decir que los niños y niñas son los que mejor viven el presente en su forma literal, lo que se podría decir y que seguro han escuchado: “el aquí y ahora”, es decir, para ellos no hay tiempo, o su noción del tiempo es reducido, un tiempo sin tiempo, es lo que los griegos llamaron Kaíros, que es el tiempo en el que nos perdemos en el, este tiempo los adultos desafortunadamente lo tenemos ya muy reducido, vivimos en relación muchas veces al tiempo que tenemos, es un tiempo distinto, el tiempo Cronos, (para los griegos, Dios del Tiempo), de aquí viene nuestra palabra “cronómetro”.
Entonces vamos a encontrar que una primera reflexión en relación a la comunicación emocional entre padres e hijos, comienza con un gran reto. ¡El tiempo! Porque para nosotros el tiempo que vivimos es el del reloj-cronos, para ellos el tiempo con el que crecen emocionalmente sanos es el tiempo Kaíros.
Todo esto cómo puede actuar en relación a nuestros hijos que como padres (cuidadores), vivimos con el tiempo justo, cuando es el reloj (el Señor Cronos) quien muchas veces controla nuestra vida, por lo tanto hay una dificultad en detenernos a saber qué siento, cuál es la emoción que me despierta el comportamiento de mi hijo o hija.
La emoción estaría localizada aquí, en este tiempo Kaíros, en donde los niños y niñas a través del juego, en especial el juego libre, resolverán sus angustias y sentimientos no resueltos.