La rutina consiste en ir haciendo lo previsto. Las rutinas
nos protegen tanto como nos duermen. La Navidad es una rutina que sucede todos
los años, y al mismo tiempo buscamos que se convierta en una sorpresa. Todos
buscamos algún detalle sorprendente. También nos preguntamos por qué lo tenemos
que hacer, qué sentido tiene. La Navidad
siempre se presenta de esta forma polarizada: consumo y pobreza; fiesta y
soledad por los que no están. Sentimientos y sensaciones encontradas. Este menú
no puede faltar en ningún alma durante estas fechas:
·
SORPRESA: la
sorpresa nos hace abrir los ojos, despertar el entendimiento
· PERSONAJES
MÁGICOS: necesitamos ser un poco mágicos para conseguir nuestros retos
· BUSQUEDA DE
SENTIDO: “¿Y todo esto…para qué? ¿Por qué ahora y no siempre?”
Tenemos que atrevernos a no temer a nuestras propias
preguntas: el coraje nos hace mágicos. Y acompañar a los más pequeños para que
no sientan miedo de esta magia.
Diciembre es un mes lleno de fechas….es casi más hermoso
verlas acercar que estar en ellas. ¡Cuánto disfrutamos con los más pequeños
viéndolas venir juntos y pasándolas juntos! Y no es necesario invertir muchos
billetes.
· -El encuentro
con tantos personajes mágicos: Papa Noel, pajes….Observar cómo se mueven,
contar cuál es su historia, depositar en ellos nuestras ilusiones y deseos…
· -El Belén. Construir
de la nada: del papel aluminio surge un río, de las ramas un portal, del papel
arrugado las montañas… Todo un juego de
fantasía: conocer y crear sus personajes, idear historias…
· -Compartir
secretos y sorpresas: pensar en el gusto de los demás: “¿qué le podría gustar a
la abuela?”. Buscar escondites para los regalos, ser cómplices de ellos.
· -Observar
escaparates, no para comprar, sino para descubrir: luces, personajes…
· -Pasear por la
calle y descubrir las luces, algún Papá Noel trepando por un balcón, entregar
la carta al paje real…
· -Regalos que
favorezcan la exploración sensorial de los más pequeños: globos, ovillos de
lana, fotografías plastificadas, llaves, retales…. No necesitan ningún objeto
sofisticado. ¡Cuántas veces no prefieren el papel brillante que envuelve que el
contenido envuelto!
· -Disfraces:
abrigos, zapatos y collares de papá y mamá..
· -Decorar la
casa, ayudar a elaborar algún plato navideño, encender velas, pegatinas para
las ventanas….… ¡Cuántas cosas se pueden colgar en un árbol!
· -Música: bailar
y cantar villancicos con panderetas o instrumentos caseros… en casa, en la
calle, con amigos, con la familia…. ¡Todo suena a Navidad y qué bien suena!
· -Felicitar: es
un buen momento para transformar todo lo que sentimos y deseamos para nuestro
entorno en forma de mensaje, de felicitación elaborada para ellos, de abrazo o
beso sincero y cercano…. ¡Qué buen entrenamiento emocional para nuestros niños
y niñas!
Los componentes de esta Navidad no se adquieren con
tarjeta de crédito, son otros. La fantasía, que nos hace capaces de adornar la
realidad sin esconderla. La ilusión, que nos hace disfrutar de la espera sin
sufrir demasiado las prisas. El deseo, que nos hace buscar, provocar, que nos apasiona
y nos da esperanza. El afecto, vivirlo muy cerca de ellos.
Esta Navidad tiene un gran inconveniente: no se puede
comprar con billetes de 20 ó 50 euros. Debe irse preparando poco a poco y
precisa de algo más valioso y escaso que el dinero: NUESTRO TIEMPO. Nuestro
tiempo para compartirlo con ellos. No hay mejor regalo y que más guste a
nuestros niños y niñas que el que pueden compartir con nosotros.
Verónica Trujillo mamá de Andrés (Pecera)
y Carlos (Campana)
Vero, ya ha pasado la Navidad y nos hemos incorporado a nuestros quehaceres cotidianos, pero sería bonito que éstos siguieran contagiados de la magia, la creatividad, el cariño y sentido común al que haces referncia en tu entrada... ¡gracias!
ResponderEliminarMuchas gracias por el sentido común con el que has abordado la Navidad y unas fechas tan entrañables y familiares. Y por esa reflexión final sobre el tiempo. Es lo único que necesitan y piden nuestras criaturas (como les llama Memes con cariño). Te seguimos leyendo. ¡Gracias!
ResponderEliminarJuan Miguel, padre de Martina Hidalgo (La Pecera)