"¡Ya somos mayores!" Resonaba este soniquete en la estancia, la clase de la campana, la clase de los niños mayores de la Escuela de Belén. Y es que ya sabéis lo que dijo el tío de Peter Parker (Spiderman) "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad" y es que así nos sentimos, niños, padres y maestra, con la emoción del final de una era y la intención de saborearla al máximo.
En la primera reunión de la Campana hablamos de temas importantes. Nuestra tutora desglosó los asuntos de interés al tiempo que contenía nuestras ansias y resolvía nuestras dudas.
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Es la Campana de este año un curso peculiar, con siete niñas y dieciséis niños donde la tendencia física, la energía rebosante y la competición colorean un carácter que se tiene en cuenta proporcionando el movimiento necesario y los debates convenientes, esto es así, sería oportuno, o quizás no, dilucidar si las causas son biológicas o lo son sociales, pero la Campana es un terreno vibrante cargado de retos.
El tema estrella fue sin duda la comanda, la ansiada comanda, estrategia de aprendizaje que aúna los elementos que los niños han de trabajar, números y letras, pero de manera significativa. Cuando los chicos llegan a la Campana han visto desfilar día tras día y año tras año a sus compañeros, "esos extraterrestres" que llegan con bolígrafo y libreta, cuentan, señalan y toman nota, y es que esto es la comanda, una gran responsabilidad, han de reflejar cada día cuántos niños han asistido a clase y cuántos necesitan tomar una dieta especial para después informar a los cocineros. Aprender tiene una utilidad práctica inmediata con los resultados de motivación que todo ello implica, no me extraña que estén deseando que llegue el día de su equipo para hacerse cargo de tan alta labor y es que además, hacer la comanda requiere control del espacio y significa entrar en contacto con otros niños y adultos, los campaneros son dignos de confianza, desempeñan su función solitos, se mueven por las dependencias y gestionan con independencia, imaginad cuan orgullosos se sienten, la confianza genera seguridad y la seguridad deviene en capacidad, ¿qué más se puede pedir?
En previsión de nuestra labor en casa se nos informa del trabajo conjunto que hemos de hacer con nuestros hijos para implementar el aprendizaje de clase. Este año los niños ahondarán en el concepto de identidad, pensarán sobre sí mismos como individuos con convergencias y divergencias con los demás, "quién soy, de donde vengo, qué me gusta", con una perspectiva siempre en positivo se descubrirán y se pensarán, no sería mala idea que todos hiciéramos esto de vez en cuando, y así, en positivo. Es por esto que de nuevo cobra importancia el libro identitario de los niños, ése que ya hicimos cuando eran más pequeños y que les servía de consuelo cuando nos echaban de menos, todos tienen su historia, sus pilares, las personas que les aman, pues bien, es cuestión de sumar a este libro fotos actualizadas haciendo lo que más les gusta en los lugares que les marcaron, como la playa en la que se rebozaron hasta la extenuación sin parar de reír. También nos invitó Belén a descubrir la nueva, para nosotros, biblioteca de la Campana llena de tesoros que cada fin de semana podemos llevar a casa, leer con nuestros hijos, hablar sobre lo que nos inspiran e incluso realizar alguna actividad, por ejemplo un dibujo que ilustre lo más llamativo de la lectura, esto nos conduce a un debate sobre la verdadera importancia de la lectura como vehículo de ideas y comprensión del mundo y no como un ejercicio de destreza precoz asociada a la repetición vacua.
Sacamos las agendas y nos pusimos al día de las salidas que acontecerán a lo largo del curso, a la biblioteca, al teatro, a la Alhambra... y claro la visita que caracteriza al grupo de la Campana, la próxima excursión al Auditorio Manuel de Falla, esto ya son palabras mayores, así que se merece su propia entrada.
Estamos preparados para todos los retos que nos depare este curso, no vamos a desaprovechar la oportunidad que nos da un centro como la Escuela Infantil Belén, vamos a acompañar a los niños durante este trayecto y estamos deseando hacerlo.
Gracias Silvia por esta entrada tan bonita y que resumen tan bien nuestro encuentro campanero. La verdad es que es un curso cargado de emoción, atrás el cierre de una etapa preciosa llena de momentos especiales, por delante otra etapa con el pellizco que esto supone.....Sin duda, disfrutaremos intensamente todo el año con todo lo que ya sabemos y valorando todo lo que después echaremos de menos. VERO MAMA DE CARLOS.
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